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El cuestionario de Identidad del Aprendiz permite evaluar las preferencias de aprendizaje del alumnado

El primer paso necesario para atender la diversidad es evaluarla. Conocer y entender la diversidad del alumnado es una responsabilidad inaludible para cualquier docente.

 

Entendemos la diversidad como la variedad de maneras de aprender que muestra el alumnado de un grupo-clase. Este concepto va más allá de la diversidad cultural o las necesidades educativas específicas puesto que se asume que cada alumno es diferente, tiene diferentes preferncias de aprendizaje. Por consiguiente, todas las aulas presentan diversidad educativa que debe ser atendida.

 

El perfil de aprendizaje de un alumno viene determinado por aquello que piensa (concepciones), aquello que hace (estrategias) y aquello que siente (sentimientos) en relación al aprendizaje. Estas tres dimensiones conforman la identidad del aprendiz, que determina cómo se posiciona un alumno ante la tarea de aprender.

 

El LIQ es un instrumento que permite obtener una primera evaluación de la identidad del aprendiz mediante un conjunto de preguntas auto-administradas. Cabe destacar que se trata de un cuestionario y no de un test psicométrico o una prueba, por lo que el resultado constituye la auto-valoración que hace el alumno de sí mismo, y no de un indicador diagnóstico. En este punto defendemos que la opinión del alumno sobre sí mismo es una de las principales fuentes de información que se debe tener en cuenta para atender la diversidad y lograr el éxito académico. Aún así, es recomendable complementar la información a través de entrevistas, informes y de la observación directa en el aula.

 

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